Descubrir la cultura y la naturaleza mallorquina en 4 días de viaje te ofrece la oportunidad de disfrutar de algo más que un aperitivo de la esencia balear. Si te organizas bien, y dedicas los dos primeros días a recorrer Palma de Mallorca, sin prisa pero sin pausa, te quedarán otras dos jornadas para recorrer la isla. Si la capital concentra una buena dosis de historia y arquitectura, el resto es capaz de emocionarte con su abrumadora belleza. En una ruta por los pueblos más pintorescos no puede faltar una visita a Valldemossa, Sóller, Pollensa o Alcúdia; tampoco una visita al Cap de Formentor o a la preciosa playa homónima. Y no olvides visitar alguna de sus magníficas cuevas, una de las más sorprendentes es la del Drach.
Y para terminar un día agotador pero lleno de emociones tenemos dos propuestas: ver el atardecer en un barco desde el mar o asistir a alguna sesión chill-out en Puerto Portals. ¡La diversión está servida!
A tan sólo 10 km de la capital balear, este puerto deportivo de lujo se erige como uno de los más prestigiosos del Mediterráneo.
Para saber dónde comer en Mallorca conviene dejarse llevar por el instinto y también por estas referencias sobre algunos de sus restaurantes imprescindibles.
Escondida entre las montañas de la sierra de Levante, la localidad de Capdepera posee agradables calas de agua cristalina y un castillo erigido en el siglo XIV.
Desde principios del siglo XX, el Tren de Sóller conecta Palma con el pueblo de Sóller a través de un recorrido espectacular entre montañas y valles.
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