Ubicado a tan sólo 20 kilómetros de Palma de Mallorca, el pintoresco pueblo de Santa Eugènia es uno de los destinos más atractivos para el visitante que llega a la isla balear, con sus calles estrechas, casas de piedra y sus bonitas contraventanas verdes. Es un lugar ideal para recorrerlo sin prisas y disfrutar de los pueblecitos que conforman el término municipal, como les Alqueries, les Coves y les Olleries, además de visitar el Puig de Son Seguí. Estamos ante un territorio que se puede recorrer a pie o en bicicleta, ya que hay numerosas rutas de senderismo en la zona, como la que lleva a la Cueva de Lourdes.
Además, Santa Eugènia es tierra de vinos. Hay numerosos viñedos y bodegas en el entorno y se sigue elaborando el vino del modo más tradicional. Es el momento de descubrir los secretos de esta bebida y lo mejor es hacerlo saboreando también la gastronomía típica mallorquina. Una de las bodegas más célebres del municipio es Caspinar, donde se pueden probar vinos de la región de Binissalem.
- Historia de Santa Eugènia
- Qué podrás ver en Santa Eugenia
- Dónde comer en Santa Eugènia
- Visitas cercanas
Historia de Santa Eugènia
Hay constancia de que la historia de Santa Eugènia (Palma) comienza en la Prehistoria y si no, basta dirigirse hasta los yacimientos arqueológicos de la localidad para corroborarlo. De hecho, en el yacimiento de Rafal, se puede ver todavía un gran talaiot de planta circular. Durante la época islámica, se constituyeron las alquerías de Benibahar y Brenibazari y casi todos los pozos públicos del actual municipio pertenecen a esa época. Fue tras la conquista de la Corona de Aragón en 1229 cuando estas alquerías pasaron a ser propiedad de Bernat de Santa Eugenia, de ahí el nombre del pueblo. Y desde ese momento, y hasta el siglo XIX, el municipio dependió administrativamente de Santa María del Camí. La independencia oficial llegó, por fin, en 1845. Más tarde, en 1897, la inauguración del ferrocarril Santa María del Camí-Felanitx aportó vida y prosperidad a esta bonita y encantadora localidad de la comarca del Pla de Mallorca.
Qué podrás ver en Santa Eugenia
Hay mucho que ver en Santa Eugenia, a pesar de tratarse de una localidad situada tan cerca de Palma de Mallorca y con poco más de 1.500 habitantes. Hay que visitar el Museo de Santa Eugenia, un espacio cultural que se halla en el antiguo convento de Sant Antolí; y la Iglesia de Santa Eugenia, de origen gótico y con bastantes elementos barrocos. En el territorio de Santa Eugenia hay dos pequeños montes, conocidos como el Puig de Santa Eugenia y el Puig de Son Seguí, y buena parte de sus alrededores está poblada de pinares, encinas y matorrales. El pueblo destaca también por sus molinos de harina. Y, curiosamente, esta localidad posee el único cementerio judío de la isla de Mallorca.
En las afueras de Santa Eugenia, en dirección a las Olleries, existe una serie de cinco cuevas y en una de ellas hay una estatua muy célebre dedicada a la Virgen de Lourdes. Junto al pueblo, también se encuentra el Natura Parc, un parque natural de 30.000 metros cuadrados donde están representadas prácticamente todas las especies animales de Mallorca. Además, hay una zona muy agradable para organizar pícnics si lo que se desea es disfrutar de una jornada de ocio en familia o con amigos.
Dónde comer en Santa Eugènia
Uno de los mejores restaurantes de Santa Eugènia, y que bien merece una visita sólo por su emplazamiento, es el Celler Sa Torre de Santa Eugènia. Aquí se pueden degustar los platos típicos de Baleares, pero cocinados con mucho mimo y creatividad. Podríamos hablar de alta cocina en una atmósfera del pasado. Además de un excelente menú degustación, se puede probar el vino de cosecha propia, el conocido Natiu finca Sa Torre. Además de este exclusivo restaurante, hay otros locales para elegir en Santa Eugènia y en los alrededores del pueblo, como Ca’n Topa, ubicado en la Calle Mayor; La Piccola Toscana, un establecimiento con mucho encanto; Cafetería S’entrada o el Bar Can Prim, tan céntrico como tranquilo.
Visitas cercanas
En los alrededores de Santa Eugènia hay espacios naturales de gran valor que se pueden disfrutar. Y es que el interior de la isla de Mallorca cuenta con lugares únicos que seguro valorarán mucho los amantes de la naturaleza. Uno de ellos es el Castell d’Alaró, desde donde se puede disfrutar de una fantástica panorámica de Palma de Mallorca. También es recomendable llegar hasta el Santuari de Cura, en la cima del Puig de Randa, entre los municipios de Algaida y Llucmayor. Otros espacios interesantes y bonitos son el Coll de Tofla y el Cami de Muro.
