Hay caprichos de la naturaleza que crean unas imágenes únicas, hipnóticas, que recorren el mundo entero por su belleza. Es el caso del Castro de las Gaviotas, un islote en forma de arco que ha resistido durante miles de años a la acción de la erosión y a los envites del mar Cantábrico convirtiéndose en una especie de puerta mágica. Una obra de arte viva que sigue con su particular guerra contra las olas por mantenerse en pie.
- Qué es y dónde se encuentra el famoso Castro de las Gaviotas
- Formación geológica y curiosidades: la leyenda de los marineros
- Cómo llegar y miradores cercanos
- Mejor momento para visitar y fotografiar
- Visitas cercanas: paisajes naturales y dos pueblos con historia
Qué es y dónde se encuentra el famoso Castro de las Gaviotas
Se trata de uno de los monumentos geológicos más fotografiados en Asturias. Este islote tiene forma de arco que emerge del mar y recuerda a una puerta abierta al Cantábrico.
Se encuentra en el pequeño pueblo de Hontoria, dentro del concejo de Llanes, en la costa oriental, y muy cerca de la playa de La Huelga, desde donde se ve perfectamente su silueta.
Son muchos los viajeros y aficionados a la fotografía que buscan este punto, sobre todo cuando el mar está bravo y las olas chocan contra el castro.
Formación geológica y curiosidades: la leyenda de los marineros
Este tipo de formaciones son propias del karst litoral asturiano donde la piedra caliza se diluye por la erosión para crear cuevas, bufones o esculturas naturales imposibles, como este castro.
De hecho, el efecto de la erosión sigue actuando sobre la roca y, en un futuro, los expertos son conscientes de que el arco podría derrumbarse como ha ocurrido en lugares parecidos.
El nombre del castro se debe a que durante años cientos de gaviotas anidaron en lo alto del arco que se veía completamente lleno de estas aves, según la temporada del año. Ahora mismo no se ven tantos ejemplares como antaño, pero el castro sigue siendo un refugio para muchas aves marinas.
Según una leyenda marinera, el Castro de Las Gaviotas era una puerta al océano y si las olas lo atravesaban en los días de temporal, era un presagio de mala suerte y de muy mala mar.
Cómo llegar y miradores cercanos
La mejor forma para llegar es ir hasta Hontoria, a unos 18 kilómetros de Llanes y coger la carretera que llega hasta la Playa de la Huelga, completamente señalizada.
Hay un aparcamiento gratuito cerca de este arenal y a unos cinco minutos caminando del famoso mirador del Castro de las Gaviotas que es el punto con mejor perspectiva del islote.
Hay que tener cuidado y no acercarse mucho a la orilla del acantilado porque el borde puede no estar muy firme. Siempre con precaución, las vistas desde este mirador son espectaculares.
Mejor momento para visitar y fotografiar
El mejor momento para fotografiar esta curiosa formación rocosa es con la marea alta y el mar un poco agitado porque las olas que chocan contra el islote crean unas imágenes espectaculares.
El atardecer y el amanecer también suelen ser uno de los momentos más bonitos por la luz, aunque en cualquier hora es un lugar mágico para tomar una foto.
Para visitarlo, hay que tener en cuenta que no es recomendable acercarse al castro porque las corrientes son muy fuertes en esa zona y además la superficie es muy cortante. La mejor forma es verlo desde tierra firme.
Durante la bajamar, se puede observar mejor la base del islote y la forma del arco y cuando sube la marea, el golpeo de las olas es más espectacular.
Visitas cercanas: paisajes naturales y dos pueblos con historia
Muy cerca del Castro de las Gaviotas podemos encontrar otros paisajes moldeados por la erosión que han creado formaciones increíbles como los Bufones de Pría, a unos 12 kilómetros de distancia. Se trata de chimeneas naturales en los propios acantilados que, durante los días en los que el mar está más agitado, expulsan agua a presión creando una imagen muy curiosa.
Otra opción es subir hasta el Mirador de La Boriza, a unos 20 kilómetros, y observar otro islote, el de Castro Ballota, junto a las las playas de Andrín y Ballota.
Si queremos algo más urbano, hay dos pueblos cerca que merecen ser visitados: Llanes y Ribadesella.

En el caso de la capital del concejo, a unos 18 kilómetros del castro, cuenta con un centro histórico medieval y los famosos “Cubos de la Memoria” en el puerto. Ribadesella es muy conocido por ser el lugar donde desemboca el Sella, y su famoso descenso, y también por las cuevas prehistóricas de Tito Bustillo.
