Pueblos más bonitos de Tenerife, 10 lugares que no te puedes perder
Muchos conocen de Tenerife la capital, Santa Cruz de Tenerife, las enormes playas del sur y el Teide como sus principales atractivos. Pero la isla guarda muchos pueblecitos secretos que te dejarán con la boca abierta por su espectacularidad, naturaleza y arquitectura. En esta lista te descubrimos algunos de los más bonitos, los que no te puedes perder si pisas esta tierra canaria.
Masca
Esta pequeña aldea fue un refugio de piratas que aprovecharon su fascinante geografía para ocultarse. Hoy está lleno de miradores en sus alrededores, como el de Cherfe, con unas vistas increíbles sobre el mar que, si el día está despejado, permite llegar a divisar hasta la Gomera.
Masca cuenta con un Museo Etnográfico muy interesante sobre cómo era la vida en esta pequeña aldea, ubicado en un edificio que fue la escuela de los guanches del pueblo.
Desde esta localidad hay una ruta que recorre el barranco para llegar a la playa de Masca a la que sólo se puede acceder a pie o en barco. También salen algunas excursiones desde distintos puertos para disfrutar de un espacio natural muy poco conocido.
Puerto de la Cruz
El Puerto de la Cruz es una de las localidades más visitadas de Tenerife y un lugar muy turístico, pero pocos saben que se desarrolló gracias al comercio marítimo de los productos agrícolas y vinícolas que se cultivaban en La Orotava.
De esta forma, fue surgiendo una burguesía muy potente en la ciudad que acabó dando entrada al turismo internacional que, sin embargo, vio que no había buenas playas naturales en este lugar de la isla.
Quizá por eso se apostó por construir el famoso Lago Martiánez, del arquitecto canario César Manrique, que son más de 100.000 metros cuadrados que incluyen siete piscinas saladas, un lago central, jardines, cinco islas, miradores y bares y restaurantes para pasar un día completo.
Además del castillo de San Felipe o la casa de Tomás Iriarte, lo mejor del Puerto de la Cruz es pasear y disfrutar de su oferta de ocio. Cuentan que, hasta Agatha Christie, en 1927, la eligió para recuperarse de una depresión y la decisión fue acertadísima.
Santiago del Teide
Santiago del Teide es uno de esos lugares en el mundo que uno nunca olvida cuando los visita, en este caso por la belleza del acantilado de Los Gigantes, a 600 metros de altura. Además, desde su puerto deportivo zarpan cada día los barcos que permiten el avistamiento de cetáceos muy cerca de la costa. Hacerlo al atardecer es un espectáculo increíble.
Además, Santiago del Teide cuenta con uno de los mejores climas del mundo, atestiguado científicamente por una estación meteorológica que estuvo midiendo todos los niveles durante tres años para garantizar este atractivo más.
La naturaleza parece jugar al contraste en este pueblo ya que podemos ver desde el paisaje volcánico a cultivos de vides o higueras y una popular playa de arena negra que luce la bandera azul como una de las mejores de la isla.
En esta zona fue la última vez que un volcán, el Chinyero, erupcionó en Tenerife. Fue en el año 1909 y ha creado una bella reserva natural entre los acantilados y el mar.
La Laguna
San Cristóbal de la Laguna es una de las ciudades históricas más bonitas de Tenerife ya que conserva intacto su centro colonial del siglo XVI. Entre sus calles peatonales podemos descubrir edificios palaciegos, casas típicas canarias y las iglesias que combinan a la perfección el blanco del encalado con la piedra negra típica de la isla.
La Laguna fue, de hecho, la primera capital de la isla, y un lugar que guarda increíbles secretos como la Casa Museo Cayetano Gómez Felipe, con más de 60.000 antigüedades; el Palacio Salazar, el exConvento de San Agustín o la torre de la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, hecha de ladrillos y con 28 metros de altura.
No podemos marcharnos sin pasar por el Mirador de la Jardina para grabar en nuestra retina las increíbles vistas de la ciudad y el valle.
La Orotava
Si hay un pueblo colorido, histórico y lleno de vida es La Orotava, uno de los más bonitos de toda la isla. La carretera que llega hasta allí es una puerta a fincas llenas de vides dispuestas en terrazas, cultivos y zonas verdes que surgen de huecos que podrían parecer imposibles de cultivar.
Una vez en el pueblo, sus calles, sus plazas empedradas, los balcones típicos canarios y los jardines crean una ciudad que parece no haber envejecido ni un ápice con los siglos.
La mejor forma de no perderse nada es, precisamente, perderse por sus calles y mirar todo lo que pasa alrededor. Hay que visitar el Liceo Taoro, con las vistas que tiene sobre el casco antiguo, la plaza de la Constitución, la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, con su piedra negra, y la Casa de los Balcones, una de las más bonitas de toda la isla.
El descanso déjalo para los Jardines Victoria donde las flores y el panteón familiar de los marqueses ofrecen una vista sobre el mar única.
Icod de los vinos
Icod es el pueblo del Drago Milenario que se ha convertido en un símbolo casi espiritual de Tenerife por lo que atrae por igual a turistas y locales al menos una vez en la vida. Este árbol es el de mayor tamaño y edad que se conoce puesto que se calcula que su edad puede estar entre los 800 y los 1.000 años de antigüedad.
Pero no es el único atractivo de una tierra habitada por guanches hasta la llegada de los colonos y donde crecen las vides y se elabora un vino íncreíble entre lagares con mucha tradición. También hay que recorrer sus calles empedradas y sus pequeñas plazas y mejor si nuestra visita coincide con San Andrés, el patrón del pueblo, puesto que la fiesta transforma a Icod en un lugar mágico.
Garachico
Garachico es uno de los pueblos más importantes en la historia de Tenerife que fue enterrado entre lava en la erupción del volcán de Arenas Negras de 1706. Hasta ese momento, su puerto era el principal punto comercial con la península y Las Américas e incluso hay quien asegura que por ahí pasaban también los barcos de esclavos procedentes de África.
Pero el volcán sepultó una de las ciudades más prósperas aunque consiguió protegerla de la sobreexplotación y hoy es uno de los pueblos mejor conservados donde no hay que perderse la Fortaleza de San Miguel o el exconvento de San Francisco.
La lava también trajo consigo las piscinas naturales de El Caletón, un atractivo más para visitar este pueblo.
Taganana
De Taganana, además de su antigua iglesia del siglo XVI, te enamorarás de la agreste naturaleza llena de valles, barrancos, bosques y chimeneas volcánicas. Una mezcla que la hace menos turística pero infinitamente más increíble.
Situada en el norte de Tenerife, se incluye dentro del Parque de Anaga que parece protegerla de la masificación y los cambios. Sus playas, de arena negra volcánica, tienen olas casi los 365 días del año por lo que son algunas de las favoritas de los surfistas que las ven casi como zonas vírgenes en una isla muy turística.
Antes de entrar al pueblo, está el pequeño Mirador de León, con sitio para tres o cuatro coches, pero con unas vistas por las que entenderás por qué Taganana es uno de los pueblos más bonitos de la isla.
El Sauzal
El Sauzal, al norte de la isla, cuenta con uno de los centros históricos mejor conservados. Entre sus calles y plazas podemos detenernos en la Iglesia de San Pedro Apóstol, uno de los templos más antiguos de la isla, levantado en el siglo XVI y con una de las vistas más impresionantes de todo Tenerife.
En este templo se bautizó Sor María de León Bello Delgado, conocida como la Siervita de Dios y a quien se le atribuyen muchos milagros en el siglo XVIII. Su cuerpo sigue conservándose en sorprendente buen estado en el Convento de Santa Catalina de Siena, en la ciudad de La Laguna.
También debes fijarte en el Ayuntamiento, una antigua casa típica canaria, y darte una vuela por el parque de Los Lavaderos, lleno de cascadas y miradores.
Pero si lo que buscamos son vistas diferentes, el mirador de las Breñas y el de La Garañona son dos de los mejores puntos para descubrir la Costa de Acentejo.
Chamorga
Situado en mitad de un barranco, en Chamorga podremos ver casas que mantienen la arquitectura rural canaria en mitad de una naturaleza muy viva. Pero sobre todo podemos hacer rutas por el espacio protegido del Parque Rural de Anaga, un lugar increíble muy cerca de Santa Cruz lleno de dragos y elevaciones rocosas.
Una de las más famosas es la que lleva hasta la playa de Roque Bermejo en un camino de intercambio de tonalidades verdes y azules que cambian a cada paso.
Uno de los edificios más destacados es la ermita de Chamorga, construida en 1930 pero que guarda una virgen del siglo XVII.
Otros pueblos bonitos
Hay otros rincones increíbles en la isla como puede ser Candelaria, con su milagrosa cueva donde apareció la virgen patrona de Tenerife, o la Esperanza, camino al Teide.
También podemos apostar por San Miguel de Tajao, donde está el Arco de Tajao, uno de los lugares más fotografiados de la isla, o Vilaflor, la localidad más alta de todo Tenerife y uno de los primeros pueblos fundados por los colonos.
Si nos gustan las romerías y las tradiciones, no podemos perdernos la de Tegueste, en la cordillera de Anaga. que aún conserva por San Marcos, la antigua Danza de las Flores.
Mejores hoteles para alojarse en Tenerife
En la isla hay muchas opciones para encontrar un alojamiento único en función de donde queramos alojarnos. Si apostamos por el oeste, el Barceló Santiago, un hotel solo para adultos, nos mostrará lo mejor de los acantilados de Los Gigantes y una playa a 200 metros. Tiene tres piscinas, una oferta gastronómica que abarca desde lo más tradicional a lo internacional y un U-Spa con circuito de hidroterapia.
Cerca se encuentra el Allegro Isora, con 312 apartamentos cerca de la playa La Arena y un programa de todo incluido. Es perfecto para viajar en familia ya que los niños disfrutarán de sus toboganes acuáticos en una de las piscinas.
Si optamos por el sur, el Barceló Tenerife es un hotel en primera línea de mar con opción de todo incluido. Sus piscinas, un lago navegable y campos de golf completan la oferta de sus 272 habitaciones con terraza amueblada y bañera de hidromasaje.
También podemos optar por el Barceló Tenerife Royal Level, en la Reserva Ambiental de San Blas, con sólo 59 habitaciones, piscina, restaurante y lounge bar con acceso privado. Es perfecto para descansar, alquilar bicicletas o realizar deportes acuáticos.
Ya en la Costa Adeje, una de las mejores ofertas las tiene el Royal Hideaway Corales Beach, en la playa de La Enramada. Es solo para adultos y está considerado uno de los 25 mejores de España. El arquitecto tinerfeño Leonardo Omar lo creó con forma de barco y una decoración exquisita tanto en el exterior como en las habitaciones.
Cerca, el Royal Hideaway Corales Suite, en la playa de la Caleta, es la opción ideal para viajes en familias con un gran diseño igualmente en 114 apartamentos en primera línea de mar.
Si nos alojamos en la capital, el Occidental Santa Cruz Contemporáneo cuenta con una ubicación perfecta, en la Rambla, con zonas comerciales, restaurantes y paseos muy cerca. Su oferta gastronómica incluye cocina mediterránea, canaria y un bar-lounge para tomar cócteles.
Preguntas frecuentes
¿Cuáles son algunos de los pueblos más bonitos de Tenerife?
Además de Santa Cruz de Tenerife y el Puerto de la Cruz, no puedes dejar de visitar La Laguna o La Orotava, dos de los lugares más increíbles de la isla.
¿Qué pueblos ver en el norte de Tenerife?
En el norte de la isla, los pueblos más bonitos son el Puerto, La Orotava, El Sauzal, Icod de los Vinos y Los Realejos.
¿Qué pueblos ver en el sur de Tenerife?
En el sur, además de las increíbles playas, podemos visitar El Puerto de Santiago, Güímar y Los Abrigos.