Planes románticos en Roma, una ciudad para dos
La ciudad de Roma destila el mismo –o mayor– romanticismo que París, a pesar de que esta última parece haber obtenido el título de ‘ciudad del amor’ por excelencia. Nos lo demuestran filmes tan dispares como la enternecedora comedia romántica de Vacaciones en Roma —y su periplo amoroso entre Audrey Hepburn y Gregory Peck—; o la más reciente y disparatada comedia de Woody Allen, A Roma con amor. A este deje romántico también contribuyen sus monumentos y ruinas, así como el sobrenombre de “La Ciudad Eterna”, al fin y al cabo, merecido por ser Roma la cuna de la civilización occidental moderna.
Si se piensa bien, en el imaginario de todos nosotros sobrevuelan acciones o gestos amorosos íntimamente ligados a Roma: dejar un candado con los nombres de la pareja en el Ponte Milvio; o pasear sin rumbo y de la mano por la agradable ribera del Tíber, por ejemplo.
La capital transalpina nos acoge y nos mece durante nuestra estancia, sobre todo, si elegimos con mimo los planes a realizar en pareja. Si continúas leyendo, te proponemos unos cuantos.
Restaurantes románticos en Roma
Una verdad incontestable es que tanto a los hombres como a las mujeres se les conquista por el estómago. Por eso, nuestra primera propuesta se debe realizar sentado ante una mesa con mantel y velas. Para llevarla a cabo se debe elegir bien el restaurante, ya que es importante que rezume romanticismo en su decoración, ambiente o vistas. Aquí van dos recomendaciones:
- Ristorante Caprera Roma (piazza Caprera, 5): ubicado en el selecto barrio de Trieste, al norte, junto a la villa Borghese (quedaos con este nombre), este restaurante nos recibe entre columnas y frisos, y nos transporta a un interior de estilo parisino, con mesas cuadradas de hierro forjado, grandes ventanales y suelos de parqué. Frecuentado en su mayoría por los propios romanos, sus puertas abren durante todo el día, sirviendo desayunos, ‘brunches’, almuerzos y cenas. Su menú, originalmente influenciado por la cocina tradicional napolitana, ha ido adaptándose a la evolución de los gustos, y a día de hoy conjuga tanto platos tradicionales —como el carpaccio de Zucchini—, como platos más modernos —como la hamburguesa carbonara—.
- Osteria del Sostegno (via delle Colonnelle, 5): “Il Sostegno” es un pequeño e íntimo restaurante alojado en un antiguo edificio del barrio de Parione, cerca del Panteón de Roma. Sus paredes de piedra, su negro suelo adoquinado y sus mesas presididas por centros de flores, confieren al lugar un encanto especial. Abierto todos los días excepto las noches de lunes y domingo, podemos elegir entre tres escenarios diferentes: una coqueta terraza, un saloncito interior o un salón más amplio. Su carta está especializada en la comida del Lazio, y más concretamente, en la romana. Un entrante como la ‘insalata di carciofi, avocado, parmigiano e noci‘ —ensalada a base de alcachofas, aguacate, queso parmesano y nueces—, o un plato principal como el ‘tagliolini con trufa negra’ —pasta larga fresca con trufa negra—, pueden ser buenas opciones para pasar una velada romántica y relajada con nuestra pareja.
Sitios románticos en Roma
Por otro lado, Roma fundamenta su encanto romántico en los innumerables lugares que esconde. Un lugar genérico que, sin embargo, se repite con mil y un nombres a lo largo y ancho de la ciudad es la llamada villa: enormes jardines coronados por edificios suntuosos que los cardenales, papas, reyes y nobles de la antigüedad se disputaban con vistas a conseguir la más bella. Villa Pamphili, villa Celimontana, villa Gordiani… La lista es interminable y, sin embargo, nosotros queremos proponeros dos muy especiales:
Villa Borghese Pinciana
Hogar de la afamada Galería Borghese, con obras maestras de Tizziano, Rafael o Caravaggio. Se erige como el tercer parque público más grande de Roma en pleno barrio de Monti. Con forma de corazón, esta zona verde nos brinda varias cafeterías, un lago en el que alquilar un bote, varios templos y fuentes, y hasta una reproducción del Globe, el teatro que Shakespeare poseía en Londres.
Jardín de los Naranjos
Se ubica en la cima de la colina del Aventino —una de las siete colinas de Roma—, y por ello nos ofrece una de las mejores vistas de Roma, con la cúpula de San Pedro del Vaticano de fondo. Un paseo al atardecer por este parque, inspiración para la recientemente oscarizada película italiana La Gran Belleza, nos asegura un rato cien por cien romántico con nuestra pareja.


Vistas desde Giardino degli Aranci
Vía Margutta
Una calle tradicionalmente asociada a artesanos y artistas; y cuyo estampa decadente y bohemia sirvió de fondo para la ya mencionada película Vacaciones en Roma, rodada en 1953 por William Wyler. Un secreto: en el número 51 de esta calle es donde da comienzo la historia de amor entre los personajes de Audrey Hepburn y Gregory Peck.
Clivus Scauri
Por el contrario, si deseamos regresar al pasado más épico de la ciudad, podemos dirigirnos al Clivus Scauri, un antiguo sendero romano que originalmente discurría, a través de la colina del Celio, desde el Circo Máximo hasta el Coliseo. A medida que ascendemos una de las siete colinas de Roma, vamos pasando por debajo de los contrafuertes de la basílica de San Juan y San Pablo, mientras nos deleitamos con la apariencia decadente del lugar. Como una suerte de paradoja, aquí la naturaleza desbocada de las enredaderas parece haber firmado una tregua con las ruinas de piedra y ladrillo. A través de los restos de las antiguas casas del Imperio Romano, así como del templo de Claudio, llegamos a la cima del Celio, donde nos espera la Porta Celimontana.
Escapada romántica alrededor de Roma
Si el bullicio inherente de Roma nos satura, siempre podemos buscar el romanticismo en otras partes más alejadas. Por ejemplo, en el parque de los Acueductos, un espacio de aire rústico perteneciente al Parco Regionale dell’Appia Antica (Parque Natural Regional Appia Antica), situado a tan sólo 8 kilómetros del centro. Surcado por los acueductos romanos Aqua Felix y Aqua Claudia, en esta zona de campo todavía se aprecian cultivos y ovejas pastando; y es, además, todo un clásico entre las sesiones de fotos de preboda. Aquí podemos alquilar bicicletas y aproximarnos, a través de un paseo relajado, hasta los vecinos estudios de cine de Roma, en Cinecittà.


Yacimiento de Ostia Antica
Por su parte, si bien no resulta tan conocida como las vecinas Pompeya, Tívoli o Florencia, la antigua ciudad romana de Ostia Antica nos ofrece un día romántico a tan sólo 30 kilómetros al oeste de Roma. Antiguo y floreciente puerto comercial durante la época dorada de la República Romana, fue a raíz de una epidemia de cólera (y de posteriores invasiones bárbaras) que la ciudad quedó completamente despoblada. En la actualidad, las arenas de las playas vecinas han terminado por sepultar parcialmente las ruinas que salpican el antiguo Decumanus Maximus de la ciudad. Sin embargo, también han ayudado a conservarlas, por lo que un paseo entre las mismas promete sensaciones únicas. Además, posee un museo y un teatro en el cual, durante los meses de verano, se representan obras teatrales.