Capadocia es una región única donde las rocas se transforman en increíbles figuras pero también en iglesias, castillos, casas o caminos subterráneos entre un edificio y otro. Y la máxima expresión la encontramos en Zelve, un pueblo completamente excavado en la piedra pero deshabitado desde 1924 por el peligro de derrumbe.
- Historia y contexto natural de la ciudad bizantina
- Visita al Valle de Zelve, donde la historia está escrita en las rocas
- Qué podrás ver en tu visita: iglesias, monasterios y casas-cueva
- Visitas cercanas que no te puedes perder
Historia y contexto natural de la ciudad bizantina
Zelve es un pueblo fantasma ahora mismo, sin habitantes, sin vida. Pero no siempre fue así, esta ciudad ya estaba en pie en el siglo VI, durante la época bizantina, y lo sabemos no porque aparecieran muchas referencias en los libros y mapa de la época, sino porque la mitad de las iglesias de estilo bizantino en Capadocia, unas 15 en total, están entre estas rocas.
Entre las pocas referencias históricas que tenemos sobre este lugar, se menciona e cómo los romanos convirtieron Zeve al cristianismo. Eran grecoparlantes y la construcción de sus iglesias son las principales huellas de este tiempo. Pero ni siquiera hay apuntes claros sobre el origen de este pueblo troglodita ni siquiera de su nombres.
Cuando ya se empieza a tener más información de Zelve es a partir del siglo IX, cuando se fundan algunos conventos y seminarios de sacerdotes, igual que pasa en otras ciudades de Capadocia.
En el Imperio otomano, la mayoría de sus habitantes se convirtieron al islam y se llegó a construir, por parte de los tucos, una mezquita en el pueblo con grabados rupestres y hasta un cementerio.
Por suerte, estos musulmanes no atacaron las distintas iglesias que había en pie, lo que puede mostrar la buena convivencia que había en Zelve sin importar la religión.
Sin embargo, en 1924 la ciudad tuvo que ser abandonada porque las rocas empezaron a desprenderse y se convirtió en un lugar no muy seguro para vivir. La mayoría se fueron mudando a un pueblo a un kilómetro de Zelve que acabó convertido en el museo al aire libre que es ahora.
Visita al Valle de Zelve, donde la historia está escrita en las rocas
Este valle en forma de Y, por la presencia de dos barrancos, permite visitar muchos de los monumentos medievales más importantes de Capadocia que siguen latiendo entre las rocas. Caminando por algunas de sus cuestas
es fácil ver infraestructuras trogloditas hechas por la mano del hombre pero también algunas de las más imponentes chimeneas de hadas.
Durante el camino de unos dos kilómetros, para cubrir la mayoría de la ciudad de Zelve, el valle va descubriendo monasterios y casas que acogieron durante siglos a los habitantes de esta región y cuentan la historia de una sociedad que fue cristiana pero también musulmana, que habló griego pero también turco. Todo está escrito en los frescos que pueden verse en las piedras y en las cúpulas que aún quedan en pie.
El Museo al Aire Libre de Zelve está peor conservado que el de Göreme por el que atrae a menos turistas, una ventaja que permite recorrer esta ciudad fantasma a veces como si fuéramos los únicos visitantes.
Qué podrás ver en tu visita: iglesias, monasterios y casas-cueva
En el recorrido por este valle, que puede llevarnos unas tres o cuatro horas, nos vamos a encontrar algunas casas e iglesias derrumbadas y otras que aún mantienen zonas en pie. En total son 15, la mayoría en mal estado y ubicadas, principalmente, en una de las patas del valle. Hay algunos restos del siglo VI pero la mayoría de los complejos cristianos vieron la luz entre el siglo IX y XI. Siguiendo las instrucciones llegaremos hasta la Iglesia Geyikli, una de las más destacadas, en la que podemos ver entre los restos pinturas con símbolos cristianos como la cruz y el pez. También nos toparemos con pinturas de venados en otro de los templos cristianos.

Muy cerca, en otro de los valles, podemos visitar una mezquita, con un minarete tallado en la roca muy meritorio, que nos habla de la época del Imperio otomano y de la llegada del Islam a la región. También hay un monasterio en el que podemos ver grabados rupestres y algunas zonas de viviendas bastante destruidas. Son muy curiosos los túneles subterráneos que conectan estos complejos con el otro lado del valle.
Visitas cercanas que no te puedes perder
Entre los lugares próximos que merecen una excursión están el Pasabag Valley o Valle de los Monjes, donde podemos disfrutar de unas increíbles chimeneas de hadas y también las ermitas construidas por los religiosos que tuvieron que refugiarse en el interior de las rocas durante los años de persecución.

Otro de los valles más famosos de Capadocia es el de las Rosas y el Rojo, en el que hay senderos marcados para descubrir formaciones rocosas muy curiosas en una variedad de tonos rojizos debido a las capas de minerales que hay en esta zona. No podemos irnos sin disfrutar de los miradores y sus magníficas vistas, especialmente al atardecer.
Un atractivo más de estos valles son las iglesias que salpican un terreno rosco y casi desierto y buscar algún café por la zona para sentarse a tomar algo mientras la luz del sol cambia, por arte de magia, las representaciones que habíamos imaginado entre las rocas.
