Museo de Bellas Artes de Bilbao, el edén de los amantes del Arte
El arte se ha convertido en uno de los grandes reclamos de Bilbao, una ciudad que ha sabido renovarse y mostrar su mejor cara en los últimos años. Cuando se visita después de cierto tiempo apenas se puede reconocer aquella urbe gris e industrial del pasado.
En ese proceso de cambio no se ha quedado atrás el Museo de Bellas Artes de Bilbao, que nada tiene que ver con los espacios iniciales de los primigenios Museos de Bellas Artes (1908) y de Arte Moderno (1924), que fusionaron sus colecciones en un solo edificio en 1945. Pero su evolución no quedó ahí, en 1970 se le añadió un edificio moderno, y en 2001 se realizó una importante reforma que devolvió el brillo a este espacio artístico esencial de la capital vizcaína.
Forma y fondo de un museo con entidad propia
El proyecto de renovación del Museo de Bellas Artes de Bilbao fue elegido por un jurado compuesto por arquitectos de la talla de Rafael Moneo, Norman Foster y Álvaro Líbano. La ejecución fue encargada a Luis Uriarte y a un equipo compuesto por Borja Arana, José Ramón Foraster y Borja Pagazaurtundua. Entre las innovaciones que introdujeron destaca la galería que comunica los dos edificios del museo, la optimización de servicios (recepción, cafetería, restaurante, tienda-librería, biblioteca, departamento didáctico y auditorio) y la ampliación de las salas expositivas.
Esta distribución se muestra acorde con los principios de esta entidad de carácter público, cuyo objetivo engloba, además de la conservación y exhibición de las obras de arte, la promoción de actividades y la educación de la sociedad.
Colección propia del Museo de Bellas Artes
Los fondos del Museo de Bellas Artes de Bilbao se han incrementado a lo largo de sus más de cien años de historia por medio de adquisiciones e importantes donaciones de obras de arte. La colección permanente está compuesta por más de diez mil piezas artísticas entre pinturas, esculturas, obras sobre papel y artes aplicadas. Este gran conjunto patrimonial comprende desde el siglo XIII hasta la época actual. En un recorrido por sus salas se pueden contemplar importantes obras de arte antiguo, moderno y contemporáneo con firmas tan relevantes como Bacon, Menz y Tàpies. Tiene una especial relevancia la pintura de la escuela española que cuenta con artistas tan reconocidos como El Greco, Morales, Ribera, Murillo, Zurbarán, Paret y Goya. La colección de obras de artistas vascos se encuentra entre las más destacadas del mundo tanto por sus fondos documentales como artísticos.
Grandes obras de arte del museo
En una visita a esta pinacoteca no se deben pasar por alto algunas de sus obras maestras. Tomad buena nota de las siguientes: ‘Lucrecia’ (Lucas Cranach el Viejo), ‘El rapto de Europa’ (Martin de Vos), ‘La Anunciación’ (El Greco), ‘Lot y sus hijas’ (Orazio Gentileschi), ‘San Sebastián curado por la mujeres’ (José de Ribera), ‘La Virgen con el Niño Jesús y San Juan Bautista niño’ (Antonio de Zurbaran), ‘San Pedro en lágrimas’ (Bartolomé Esteban Murillo), ‘Retrato de Martín Zapater’ (Francisco de Goya), ‘Mujer sentada con un niño en brazos’ (Mary Casatt), ‘Laveuses à Arles’ (Paul Gauguin), ‘El beso de la reliquia’ (Joaquín Sorolla), ‘Lying Figure in Mirror’ (Francis Bacon), ‘Hierros de temblor II’ (Eduardo Chillida), ‘Gran óvalo o Pintura’ (Antoni Tàpies), ‘Des potirons’ (Miquel Barceló) y ‘Majestad de Cristo en la cruz’ (anónimo catalán).
Exposiciones temporales
La actual disposición del Museo de Bellas Artes de Bilbao permite la exhibición de muestras temporales, por lo que cada visita a Bilbao puede convertirse en una oportunidad para disfrutar de nuevas obras y retrospectivas. Por sus salas han pasado exposiciones de grandes maestros como El Greco, Pablo Picasso y Rembrandt. En la tienda se pueden adquirir catálogos sobre las muestras pasadas, una buena forma de llevarse un poquito de arte como recuerdo.
Comer en el museo
En la última gran reforma acometida en el Museo de Bellas Artes de Bilbao no sólo se acomodaron los espacios al arte, sino que también se contemplaron otras estancias que hiciesen de la visita una experiencia más agradable. En la planta baja, y con acceso independiente, se sitúa una cafetería donde se puede tomar el desayuno, picar algo a media mañana o, incluso, tomar unos pintxos o rabas durante el fin de semana. Otra de las ventajas de este rincón es que desde sus grandes ventanales acristalados se observa el Parque de Doña Casilda, un lugar de referencia en Bilbao.
Una historia en común con el Parque de Doña Casilda
La historia del Museo de Bellas Artes de Bilbao está unida a la del Parque de Doña Casilda, ya que el edificio de 1945 fue construido en parte de sus terrenos. Tras una intensa jornada de arte, nada sienta mejor que pasear por este espacio verde que nació en 1907 como un romántico jardín inglés. Caminando por sus senderos se llega a un bello estanque, donde antaño había patos y cisnes (e incluso adquirió el sobrenombre de Parque de los Patos), un carrusel de estilo clásico, una fuente, La Pérgola (donde se suelen hacer actuaciones) y canchas de baloncesto. En verano no sorprende ver a familias que improvisan un picnic buscando el frescor de sus más de 1.500 árboles y de la vegetación.
Información de interés
Cómo llegar:
- Metro: Estación de Moyúa.
- Tranvía: Parada de Abandoibarra y en Guggenheim.
- Bilbobús: Líneas 1, 10, 13 y 18 (parada en Museo Plaza).
- Líneas 13, 27 y 48 (parada en Alameda Rekalde).
- Líneas 26, 27, 38, 48, 56, 72 y 77 (parada en Gran Vía).
- Bizkaibus. Línea A3247 Bilbao – Aeropuerto (parada en Plaza Moyua).
Acceso:
- Los accesos al museo y las distintas plantas están adaptados para personas con movilidad reducida.
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