Alrededores de Praga
A la hora de planificar vuestro viaje a Chequia conviene tener muy presente todo lo que el país puede ofreceros, ya que de ello dependerá la organización del mismo y el pronóstico de los días que pasaréis dentro de sus fronteras. Muchos viajeros optan por detenerse exclusivamente en Praga. Nosotros, sin embargo, queremos mostrarte cuales son las mejores escapadas y excursiones de un día con salida desde la capital. Lógicamente, después te corresponderá a ti decidir si alargas la estancia en la ciudad de las cien torres, o si, por el contrario, te animas a explorar la geografía checa.
Comenzando por las inmediaciones de la capital, en el barrio de Troja, situado junto a un recodo del río Moldava, se encuentra el Jardín Botánico de Praga, con casi 30 hectáreas de extensión que permanecen abiertas al público, y el precioso palacio de Troja, una joya barroca levantada a partir de 1679 como residencia de verano del conde Václav Vojtěch ze Šternberka. Al visitar dicha construcción vale la pena recrearse en sus jardines afrancesados y en la monumental escalera que da acceso al palacio. El espectáculo continúa en sus dependencias internas, cuyas paredes están revestidas con delicadas pinturas al fresco ejecutadas por pintores holandeses e italianos.
Otra visita interesante y que implica un desplazamiento muy breve desde la capital es el castillo de Karstejn. Se trata de una bella fortaleza medieval erigida entre 1348 y 1365 con el propósito de custodiar los tesoros reales. El conjunto monumental, que fue impulsado por Carlos IV, se alza imponente en una colina que domina el pintoresco pueblo homónimo.
Por otro lado, al este de la capital checa se encuentran dos de los cascos históricos más impresionantes del país: Kutná Kora y Brno. La primera de las poblaciones, declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco, fue en su momento la segunda ciudad más importante de la región debido a sus provechosas minas de plata. Ejemplos de su antiguo esplendor son la catedral gótica de Santa Bárbara y el Colegio Jesuita, un edificio que, como homenaje a los reyes Ferdinand II y Ferninanda de Habsburgo, presenta una sorprendente planta en forma de “F”. Brno, por su parte, es una ciudad de atmósfera universitaria cuyo paisaje urbano evoca constantemente a Viena; lo cual no debería extrañarnos, ya que fueron arquitectos austriacos los encargados de otorgarle, entre los siglos XVIII y XIX, su actual aspecto.
Quienes tengan interés en la historia del Holocausto judío pueden visitar el centro de concentración de Terezín. Situado 60 kilómetros al norte de Praga es una buena opción para profundizar en la historia del país y fijar en la memoria colectiva las atrocidades cometidas en aquel desdichado periodo.
Finalmente, si queréis despediros de la República Checa con buen sabor de boca, podéis dirigiros al sur y descubrir el encantador pueblo medieval de Cesky Krumlov, o bien poner rumbo al este, donde encontraréis la ciudad balneario de Karvovy Vary, una población consagrada a las propiedades de sus aguas medicinales que tuvo visitantes tan ilustres como Freud, Beethoven, Chopin o el mismísimo Karl Marx.
Planes relacionados
Brno, la joya oculta de Moravia
Menos conocida que Praga, su hermana mayor, Brno sorprende al visitante con su ambiente universitario, su vida cultural y su arquitectura funcionalista.
Karlovy Vary, la ciudad balneario checa
Karlovy Vary es una de las ciudades más bellas de la República Checa y una de las mecas europeas del termalismo. Una magnífica opción para visitar desde Praga.
Kutná Hora, descubre el osario más famoso de Chequia
La ciudad Kutná Hora, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, se conoce por su inclasificable osario pero oculta más tesoros. Descúbrelos a una hora de Praga.