San Luis de los Franceses, el legado barroco de los jesuitas sevillanos
Desde el año 2016, la estela de monumentos emblemáticos en Sevilla se ha hecho un poco más alargada gracias a la rehabilitación y reapertura de la iglesia de San Luis de los Franceses, un soberbio templo barroco cuya construcción, a principios del siglo XVIII, tuvo como responsable directo a la Compañía de Jesús. Situada en pleno centro histórico de Sevilla, esta antigua iglesia, advocada a San Luis Rey de Francia, permite la visita de tres importantes espacios: la cúpula mayor, la capilla doméstica y la cripta subterránea. En definitiva, un total de 2200 metros cuadrados de patrimonio arquitectónico abiertos al público a través, tanto de visitas por libre como de visitas guiadas. A continuación, os desvelamos algunos secretos que esconde la iglesia, así como sus precios y horarios.
Historia y contexto
La iglesia de San Luis de los Franceses, considerada una de las principales obras maestras del Barroco andaluz, es tan sólo la última de una serie de construcciones que la Compañía de Jesús puso en marcha tras su llegada a la capital hispalense en 1554. Originalmente concebida como noviciado jesuítico, este edificio vino a ocupar los terrenos del antiguo palacio de los Duques de Alcalá, cuyos restos aún pueden rastrearse en zonas aisladas de la iglesia actual. Construida entre 1699 y 1731, su advocación tuvo por objeto a San Luis Rey de Francia, primo hermano del rey castellano Fernando III ―gran protagonista de la reconquista cristiana de los reinos de Jaén, Córdoba y Sevilla durante el siglo XIII―.
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La obra, encargada a Leonardo de Figueroa, uno de los más prolíficos arquitectos del período barroco sevillano, no tardó en cosechar elogios de todo tipo. Algunos dirían incluso que la iglesia era “del orbe, la octava maravilla”. En cualquier caso, a partir de la expulsión de los jesuitas decretada por Carlos III en 1767, el edificio pasó a conocer toda clase de usos: primero seminario, después convento franciscano, más tarde hospicio e, incluso, durante el siglo XIX, fábrica. Sin embargo, más llamativo resulta el hecho de que, a principios del siglo XX ―y una vez desacralizada―, la iglesia de San Luis de los Franceses acogiera también un teatro, con representaciones tan jocosas como la de San Juan Tenorio.
Ya declarada como Bien de Interés Cultural, en 2009 la iglesia es sometida a una serie de complejas obras de restauración. Tras siete años de trabajos, en 2016 la Diputación Provincial de Sevilla anuncia la reapertura de la iglesia, dando así comienzo a una nueva etapa de visitas guiadas a través de sus estancias.
Qué ver en el exterior
Encontramos la fachada principal del edificio en el número 27 de la estrecha calle de San Luis, antiguo Cardo Máximo de la ciudad romana de Híspalis. Aquí, dos cuerpos principales flanqueados por dos robustas torres octogonales nos reciben y nos dan una pista del afán primitivo de aquellos que promovieron la construcción de la iglesia: ejercitar la capacidad de asombro de aquellos fieles que llegaban por primera vez a San Luis de los Franceses. Sobre la regia puerta, resguardada tras una reja de hierro, podemos contemplar la presencia del escudo de armas del rey de España, toda una declaración de intenciones de aquellos jesuitas que buscaban ganarse la confianza de una monarquía española cada vez más recelosa. Por su parte, tres arcángeles ―San Rafael, San Miguel y San Gabriel― atribuidos a Duque Cornejo sostienen el escudo. Tan sólo un aperitivo de todo el simbolismo que entraña el conjunto arquitectónico.
Qué ver en el interior
Nave principal y cúpula
Una vez hayamos entrado en la iglesia ―con planta de cruz griega―, no podremos impedir que nuestra mirada se dirija hacia la cúpula translúcida de 13,5 metros de diámetro que posee el templo. Soportado por 16 columnas salomónicas e iluminado por numerosos ventanales, el domo exhibe una serie de pinturas que nos revelan la inspiración que los arquitectos tomaron del Templo de Salomón, el primer santuario del pueblo de Israel. Allí arriba, en lo alto del tambor, encontramos delicados dibujos de los elementos presentes en el cristianismo primitivo: el arca de la Alianza, el candelabro de siete brazos, el altar de los perfúmenes… Por su parte, el resto de la nave principal exhibe una colección valiosísima de murales y figuras alegóricas acerca del poder de los jesuitas en Europa, retablos dotados de espejos convexos de estilo veneciano, maderas talladas bañadas en pan de oro, óleos sobre tablas y un imponente órgano.
Capilla doméstica
Separada de la iglesia principal, y construida veinte años antes que esta, la Capilla doméstica es un espacio de una única nave en la que los novicios y sacerdotes realizaban el culto privado. Con una profusa ornamentación, entre la que destacan las pinturas murales de Domingo Martínez y un espectacular retablo de Duque Cornejo, dicha capilla está dedicada, en la actualidad, a la Virgen María. Así lo demuestran, por cierto, las pinturas del nivel superior en la que se pueden seguir episodios importantes de la vida de María ―obra, en este caso, de Lucas Valdés―.
Cripta
Por último, merece la pena destacar la visita a la cripta que se oculta bajo los suelos de la iglesia. En efecto, este espacio funerario, visitable por primera vez desde su construcción hace tres siglos, ocupa todo el trazado de la nave principal, adoptando así su planta de cruz griega. Construida, originariamente, como un compartimento estanco por medio del cual sortear el cenagal sobre el que asienta el templo, el hallazgo de numerosos restos óseos durante las obras de restauración reveló la función de este espacio como lugar de enterramiento para los miembros de la comunidad jesuita.
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Preguntas frecuentes
¿Qué horario de visita tiene San Luis de los Franceses?
Martes a domingo: de 10 a 14h y de 16 a 20h (durante julio y agosto de 9 a 17h).
Lunes: cerrado.
Las visitas en grupo precisan cita previa por correo electrónico.
¿Qué duración tiene la visita a San Luis de los Franceses?
La iglesia se puede visitar en unos 60-90 minutos.
¿Qué precio tiene la entrada a San Luis de los Franceses?
Entradas generales: 4 euros.
Entradas reducidas (65, estudiantes hasta 25 años, desempleados y discapacitados): 2 euros.
Entradas residentes: 1 euros.
Entrada parcial por ocupación de espacios: 2 euros.
Grupos: 2 euros por persona (mín. 10 y máx. 20 personas).
Domingos por la tarde: entrada gratuita.